Documenta Catholica Omnia
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomini tuo da gloriam


Index Verborum:     asir


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 1.21

Y eras ido, como si dijera: al tiempo que quise comprehender tu presencia, no te hallé. y quedéme desasida de lo uno y sin asir lo otro, penando en los aires de amor sin arrimo de ti y de mí.

§ 23.11

Y no se quieren los tales asir a esos sabores y hervores sensitivos, ni los quieren gustar, por no tener sinsabores y fatigas; porque el que da rienda al apetito para algún gusto de sentido, también de necesidad ha de tener penas y disgustos en el sentido y en el espíritu.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 2.4.5

Por tanto, en este camino el entrar en camino es dejar su camino, o, por mejor decir, es pasar al término; y dejar su modo, es entrar en lo que no tiene modo, que es Dios; porque el alma que a este estado llega, ya no tiene modos ni maneras, ni menos se ase ni puede asir a ellos.

§ 2.8.1

Antes que tratemos del propio y acomodado medio para la unión de Dios, que es la fe, conviene que probemos cómo ninguna cosa criada ni pensada puede servir al entendimiento de propio medio para unirse con Dios, y cómo todo lo que el entendimiento puede alcanzar, antes le sirve de impedimento que de medio, si a ello se quisiese asir.

§ 2.17.6

Y así, si el alma se quisiese siempre asir a ellas y no desarrimarse de ellas, nunca dejaría de ser pequeñuelo niño, y siempre hablaría de Dios como pequeñuelo, y sabría de Dios como pequeñuelo, y pensaría de Dios como pequeñuelo; porque, asiéndose a la corteza del sentido, que es el pequeñuelo, nunca vendría a la sustancia del espíritu, que es el varón perfecto.

§ 2.26.18

Todas estas noticias, ahora sean de Dios, ahora no, muy poco pueden servir al provecho del alma para ir a Dios si el alma se quisiese asir a ellas; antes, si no tuviese cuidado de negarlas en sí, no sólo la estorbarían, sino aun la dañarían harto y harían errar mucho; porque todos los peligros e inconvenientes que habemos dicho que puede haber en las aprehensiones sobrenaturales que habemos tratado hasta aquí y más puede haber en éstas.

§ 3.4.1

De donde, si la memoria se aniquila en ellas, el demonio no puede nada, porque nada halla de donde asir, y sin nada, nada puede.

§ 3.20.1

Ha, pues, el espiritual de mirar mucho que no se le comience a asir el corazón y el gozo a las cosas temporales, temiendo que de poco vendrá a mucho, creciendo de grado en grado, pues de lo poco se viene a lo mucho, y de pequeño principio, al fin es el negocio grande; como una centella basta para quemar un monte y todo el mundo.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

§ 3.1.36

Estos bienes, pues, y estas grandes riquezas, estas subidas y delicadas unciones y matices del Espíritu Santo, que por su delicadez y sutil pureza ni el alma ni el que las trata las entiende, sino sólo el que las pone para agradarse más del alma, con grandísima facilidad, no más que con tantica obra que el alma quiera hacer de aplicar sentido o apetito de querer asir alguna noticia, o jugo, o gusto, se deturban e impiden, lo cual es grave daño y gran dolor y lástima.

§ 3.1.65

Y hombre animal es aquel que todavía vive con apetitos y gustos de su naturaleza, que, aunque algunos vengan y nazcan de espíritu, si se quiere asir a ellos con su natural apetito, ya son apetitos naturales; que poco hace al caso que el objeto sea sobrenatural si el apetito sale de sí mismo y tiene raíz y fuerza en el natural, pues tiene la misma sustancia y naturaleza que si fuera acerca de materia y objeto natural.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

§ 0

En el cual, como el sentido no halla de qué asir, ni de qué gustar, ni qué hacer, persuádenlas éstos también a que procuren jugos y fervores, como quiera que les habían de aconsejar lo contrario.

§ 0

Por hombre animal entiende aquí aquel que todavía vive con apetitos y gustos naturales; porque, aunque algunos gustos nacen del espíritu en el sentido, si el hombre se quiere asir a ellos con su natural apetito, ya son apetitos no más que naturales.

§ 0

De donde, cuando tú de tuyo quieres apegar el apetito a las cosas espirituales, y te quieres asir al sabor de ellas, ejercitas el apetito tuyo natural, y entonces cataratas pones en el ojo y animal eres.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

§ 2.20.3

El octavo grado de amor hace al alma asir y apretar sin soltar, según la Esposa dice (Ct. 3, 4) en esta manera: Hallé al que ama mi corazón y ánima, y túvele, y no le soltaré.

§ 2.21.6

Por lo cual, teniendo el corazón tan levantado del mundo, no sólo no le puede tocar y asir el corazón, pero ni alcanzarle de vista.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



Ad Principium

asimilado
asimilar
asimilarse
asimismo
asir
asirios
asirme
asirse
asiste

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